Ahorra energía con aparatos electrónicos más eficientes I
La eficiencia energética es uno de los aspectos que es aconsejable tener en cuenta a la hora de comprar productos electrónicos. No sólo como consumidores responsables, sino también por los ahorros que obtenemos durante la vida útil de los mismos. Podemos ahorrar energía y dinero comprobando la categoría energética de los aparatos electrónicos antes de adquirirlos.
Y con ello no sólo salimos beneficiados nosotros, sino que ayudamos al medio ambiente al no desperdiciar energía. Aunque la eléctrica está considerada como una energía limpia, en nuestro país para su producción se utilizan también combustibles fósiles. Si buscamos aparatos más eficientes, ponemos nuestro granito de arena para reducir la huella de carbono y ayudar al medio ambiente.
Cómo comprobar la categoría energética de un aparato electrónico
Los electrodomésticos que tienen obligación de llevar una etiqueta energética son los de gama blanca, como frigoríficos, lavadoras o el horno, por citar algunos ejemplos. También las fuentes de luz o los aires acondicionados deben llevar este etiquetado. Desde 2011 se ha incorporado un nuevo modelo de etiqueta, pero ¿qué información nos proporciona?
Lo más sencillo es comprobar la clase energética en la que está catalogado. La más eficiente es la AAA+++ y la menos eficiente es la clase D. El siguiente dato en el que tenemos que fijarnos es el consumo estimado de energía a lo largo del año o del ciclo, dependiendo si es un electrodoméstico que está siempre conectado o no. El ahorro que podemos conseguir con dos aparatos de distinta clase puede ser considerable.
Por último, tenemos información específica en función del tipo de electrodoméstico. Por ejemplo en un frigorífico nos indicará los litros de capacidad, de nevera y congelador, así como los decibelios de ruido asociado a su funcionamiento. Para una lavadora nos mostraría datos como el consumo de agua, su capacidad o la clase energética asociada al centrifugado, entre otros valores.
También debemos tener en cuenta que no todos los electrodomésticos son iguales. Es más importante elegir un electrodoméstico eficiente en aquellos que están en funcionamiento las 24 horas del día, como neveras, congeladores, etc.
Casi el 18% de la electricidad consumida en las viviendas se destina a la refrigeración y congelación de los alimentos.