Como influye la iluminación en la salud I
La iluminación natural regula los ritmos biológicos del día/noche y los estacionales afectando la salud cuando ésta no es suficiente y más en invierno.
ILUMINACIÓN Y RITMOS BIOLÓGICOS
La ciencia ha descubierto que la luz es biodinámica al afectar al sistema endocrino y a todos los ritmos biológicos y por tanto a la salud. Por ejemplo, el ciclo circadiano (de 24 horas) con los cambios de iluminación, noche-día, estimulan los neurotransmisores cerebrales.
La luz diurna potencia la serotonina y dopamina que producen un efecto estimulante y de activación de la atención. Con la falta de luz de la noche aumenta la melatonina (hormona del sueño).
La iluminación también influye en ciclos más largos como el de las estaciones. En general, en primavera y verano, siempre que no estemos ante un calor excesivo, las personas estamos más activas, sociales y dinámicas.
Mientras que en otoño e invierno nos solemos replegar más, buscamos refugio del frío, comemos más, estamos menos dinámicos, como en una especie de hibernación para conservar las energías y acopiarlas. A nivel de salud mental, también es la época en la que más depresiones se producen.
LUZ Y TRASTORNO AFECTIVO ESTACIONAL (TAE)
El aumento de depresiones en esas estaciones es mayoritariamente por la escasez de luz natural, lo que se llama el Trastorno Afectivo Estacional (TAE).
Esta iluminación natural escasa produce un detrimento de los neurotransmisores asociados con la actividad, con lo que se merma la capacidad de atención, el ánimo, comportamiento, perturba la salud y rendimiento laboral.
En algunas personas los efectos de la escasez de iluminación pasan más desapercibidos, pero a otras le afecta de tal manera que sufren el Trastorno Afectivo Estacional (TAE) también llamada depresión estacional.